Hoy está lloviendo en Las Virtudes, hay tormenta. Parece que la tarde se haya convertido en la noche en un minuto...pero aquí dentro, a mi lado, durmiendo tranquilamente en su carrito, hay un pequeño sol que le da luz a cada día y cada momento. Es un pequeño bebito, se llama Alejandro y es mi sobrino.
Cuando hace ya más de un año, mi hermano me dijo que iba a ser tía, lo primero que hice fué llorar, llorar de alegría y emoción. Los meses siguientes pensaba muchas veces cómo tendría la carita, cómo sería su personalidad...pero nunca pude imaginar el amor tan inmenso que sentiría hacia él. Es algo que no puedo explicar con palabras, pero es muy bonito...sientes que es una personita que forma parte de tu vida y que ha contribuido a que sonrías todos los días. Cuando no lo tienes cerca es imposible no pensar en él, no recordar su sonrisa, sus balbuceos, es inevitable hablarle de él a todo el mundo, enseñar sus fotos y decir "¿has visto mi sobrino que guapo está?"
Es imposible no sonreir al mirarle, cuando él también te mira, te señala y te sonríe...pase lo que pase alrededor, él es capaz de hacerte feliz en un segundo...y sólo con una mirada, una sonrisa, un gesto...es un pequeño sol que brilla sin cesar y que te hace brillar a tí cuando estás a su lado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario